El Canto de Alondra


Para Alondra que siempre ha volado libre
Por Jess Márquez Gaspar


Cuando supe de su partida sentí que había partido yo
Porque vi su rostro y su fortaleza
Pero también vi el mío
Vi el de mis amigues trans
El de la persona que amo
Vi el de les niñes trans que aún no se pueden vivir abiertamente
Vi el de las personas trans que he conocido

Un álbum de fotografías
De momentos
Llenos de luz que de pronto se apaga
Vi mi miedo más profundo
Que nos maten
Que nos mate la transfobia
La de las manos del asesino que estranguló a Kenisha
La que salía de la boca de aquel guarda armado que amenazó con dispararme
La de todas aquellas personas que gritan en redes sociales
Y en las calles
Que no somos personas
Que no somos válidxs
Que no somos

Vi a la muerte
Nos hemos visto antes
En los ojos de otras personas que se han ido
Una sombra negra cerca del iris
Un canto triste que emerge de lo más profundo
En la mirada de quiénes han intentado matarme
La vi y la reconocí: es una vieja amiga
La he visto en funerales y en entierros
En camas de hospitales
En aceras
En el piso
En la calle
La he visto en mi casa
En mis pesadillas
En mi pasado
En un frasco de pastillas
En un cuchillo
En un revolver
Y un puño
La muerte y yo hace tiempo que nos conocemos
Hoy vino de vuelta

Pero esta vez el encuentro fue distinto
Después del miedo vino la rabia
Después del miedo de tener un día que llorar a las personas que he intentado
a toda costa
Proteger y salvar
Después del miedo de saber que podríamos ser cualquiera de nosotrxs
Que yo podría ser yo el llorado
Vino esta rabia ciega y esta determinación profunda:
Era el canto de Alondra

Y recordé que Alondra entraba a una habitación y hacía sentir su presencia
Recordé que fue siempre valiente
Recordé que ser trans es un acto de coraje
Una postura política
Un graffitti en la pared blanca de la institución transfóbica
Un desafío al status quo
Recordé que ser trans se trata de desafiar
De pararse con la espalda recta y la mirada firme
De saber que posees una verdad irrefutable
Sin importar lo que todxs digan
Y vivirla, sin importar las consecuencias
Porque es la única forma de ser

Ese es el canto de Alondra
El de un ave que voló siempre
Libre
Es el canto de todxs
Pequeñas y tímidas aves
Que abren sus alas y muestran su majestuosidad
Y vuelan cada vez más alto
Aunque les dijeron que jamás podrían hacerlo
Que nunca zurcarían el cielo

Alondra me recordó que estoy vivo
Y eso es un privilegio
Me recordó que la lucha apenas comienza
Y que es por mí, y por ella, y por todxs
Sin dejar a nadie atrás, sino todxs juntxs, de la mano
Me recordó que en esta batalla vamos ganando
Cada día que respiramos, que existimos
En un mundo que nos niega
Que quiere eliminarnos
Que quiere llevarnos a los márgenes
Eliminarnos de la historia
Pero aquí seguimos
Día tras día

Cuando sintamos miedo
O venga la muerte a sentarse a nuestro lado en el sofá
Cuando pensemos que no valemos
O que la lucha es inutil
Recordemos el canto de Alondra
Estamos vivxs. Hemos llegado hasta aquí

Ellx me pregunta: ¿Y ahora cómo seguimos?
Y yo le respondo: "Vivxs, y juntxs, luchando"

Comentarios

  1. Excelente Jess. La solidaridad y la sensibilidad debe ser una prioridad de vida y nos corresponde aportar un granito de arena. Para Alondra un deseo de descanso eterno y no hay duda que el poema refleja además de la lucha diaria, el grito de igualdad y libertad. Adelante siempre.

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    1. Muchas gracias por tus palabras. Siento que si perdemos la empatía, lo hemos perdido todo. Sigamos adelante, luchando, como Alondra nos enseñó.

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